Hay tiempo recortado a espaldas, mi silueta deslumbra entre sombras; una tenue luz disminuida en el cenit. He vivido lucido un sueño farsante,  actuando entre vidas cultivo; practicando solipsismo de mis males perennes.

Complementos de vida en despliegue, se aferran diseminados retazos; no desean ubicar su figura, ni quien pueda acomodar sus fragmentos. Hay algunos sobre y debajo, si entre ellos desato el ingenio; poco queda del fin precisado.

No aparezco entre nombres ilustres, la tarea a su fin ha llegado; mancillado se encuentra el origen, donde inicia la casa su nombre. Esa estrella que guió adoradores, vuelve hoy a surcar horizontes; nadie vuelve su atenta mirada, pues la tierra atesta mesías.