El otro soñador
Observo y escucho de nuevo aquellas ideas que materializándose dan forma y figura a vastos sueños, se que nunca han sido y buscan un refugio en los primitivos recovecos de la familiaridad como esas ollas multicolores, que son refugio de animados seres. ¿Será la magia del ensueño que te envuelve después del matutino despertar?
No sé si realmente fuera el joven despertar, o solo sea el cansancio que precede al profundo sueño en toda su forma. Sea cual sea, vida en sueños o sueños de vida, dispuesto estoy a llevarle y preguntarle una y otra vez ¿porqué es que eres así?
Vasto es el cielo y azul en forma inusual, fresca es la mañana y suave el viento al respirar, en el trayecto las fases se muestran multiformes, unas preocupadas otras con sueño, y otras más amigables y pensativas, ¿qué tocaran? ¿Cuál será la miel que saborean? ¿Cuál de los sentimientos estarán abrigando? ¡No lo sé! Pero les daré forma y figuras propias, les construiré para ellos innumerables ensueños de felicidad y perdurable alegría, aunque me doy cuenta que solo serán felices para mí por ese instante, pero buscaré la manera de alargar esos pensamientos que siendo placenteros para mí, serán ya de ellos, por habérselos obsequiado.
Es una roca, es una playa, una ilusión... ¿es esa impresión que busca perfeccionarse? Con sueños de otros, formalizados, rudos, otrora vagos... ideas difusas brotando, materializándose... cambio de altura, promesas cortas... de sombras, siluetas, caras con risas, sin movimiento, no hay suavidad al andar... tinieblas compuestas, blancos impuros... carpetas de vidas repletas, pecados manchados de irrealidad... infinitos números, todos continuos, sin espacio en la vasta soledad... esta será, desde hoy mi vida: fabricar, ordenar y obsequiarle sueños a mi ser, que solo palpa lo material.