Nací hoy a las 7:30 siendo Zen de filosofía vanguardista, visionario realizador de emboscadas y amante de historias de mártires, santos y beatos carmelitas. Amanecí bebiendo del cráneo de San Simón para aumentar mis virtudes, amedrentar mis faltas y absolver pecados de delicadas curvas.

En silencio aparecí cansado de crear nuevas frutas con acolchada bruma gris, suave, tersa. Vine primero sollozando, triste con amargo pesar, sintiendo opresión por mi amada poesía que me mata, me atormenta, me arranca el corazón y lo coloca en una bolsa de papel, fuera, lejos de este pobre alcance.

Emergí con el alma cargada, extenuada, rendida por responder toda la noche aquellas oraciones dirigidas a la virgen de la plateada luna, por poetas engañados que cantan a sabiendas que en la oscuridad abundan versos de incalculable belleza, y rebosan fantasmas de la soledad que alquila cuartos y se queda en ellos eternamente. Tuve la certeza que defendí a aquellos poetas engañados a conciencia, presionados y obligados a fallar a la segura… solo garantizándoles que la razón no me asiste.

En mi rendida alma germinó un calmado espanto, causado por perder la zozobra al discernir la buscada causa que me hizo apreciar la cruel poesía… se ha marchitado, el tormento se ha vuelto a instalar… demasiado tarde. El pájaro desnudo se poso breve segundos, y como es costumbre desapareció sin avisar cuándo volverá.

Floreció la prisión forjada en mi cuerpo que lucha por retenerla y de la cual no ha de salir…brota, emana y al originarse pierde, se disuelve, la luz le destroza y cae inerte… el demonio le santigua y le bautiza en su nueva vida… ha iniciado con aura de santidad y sonrisa burlona. Primero alma… hoy fe… Siquem se ha levantado también.